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13 de noviembre de 2012

BUENAVENTURA LUNA: SEMBLANZAS DE SU VIDA



EUSEBIO DE JESUS DOJORTI – BUENAVENTURA LUNA –

 Una antigua raigambre parte desde aquel lejano 1806, cuando los Dougherty entre otros debieron internarse definitivamente en estos territorios como consecuencia de su derrota en las invasiones inglesas.
Sucesivas generaciones trajeron variantes, no solo “en los rasgos físicos de la familia, sino hasta en la grafía del apellido que se convirtió en Dojorti”. Remontamos el árbol hasta entroncar en el abuelo don Eusebio Dojorti que fuera juez de Paz en Paso del Lamar y compañero de Aberastain en La Rinconada. Este noble caballero y ciudadano cabal se caso con doña Josefa Suarez “La Patroncita” a ella se debe precisamente la idea del molino de piedra de Huaco con paredes de tapiales y adobones crudos que se ha convertido en el símbolo del pueblo. Uno de los ocho hijos de ese matrimonio fue don Ricardo Dojorti heredero del señorío de sus progenitores y primer intendente de Jáchal, allá por 1909. De su matrimonio con Urbelina Roco el 19 de Enero de 1906 – el mismo día que moría el general Bartolomé Mitre – nació Eusebio de Jesús Dojorti Roco, en el valle sereno e iluminado “Dorados potreros trajín de alza y trilla, molinos de rodezno, novena de caja y copla, fueron sus juegos infantiles”, dice el escritor sanjuanino Rogelio Díaz Costa.
Una niñez feliz, campesina y cristiana que la figura materna nutria de espiritualidad, marco la ´personalidad de Eusebio. De aquellos años viene su admiración y su cariño por uno de los “campañistas” de la tierra de sus padres. Era Buenaventura Luna, hombre de confianza encargado del ganado y responsable del ordeñe, cuyas “tortas al rescoldo” y relatos montañeses saboreaba el niño preferido, mientras era cargado en la misma montura o adormecido junto a los fogones. Este Buenaventura “matrimoniaba” con la bisoja Adelaida, mencionada en una de las composiciones cuando el niño ya hombre, asumió el nombre y los modos de su mentor para la creación artística.
EDUCACION
Inicio la escuela primaria en la escuela N° 26 de Huaco, que fundo y dirigió doña Teresa Zamora de Calcagno y la completo en la Escuela Normal Fray Justo Santa María de Oro de la villa de Jáchal.
Ya entonces aparecía su inclinación por las letras estimulada por el inolvidable maestro en artes don Eusebio Rodríguez, quien auspicio la publicación de un articulo periodístico de su autoría cuando apenas tenia doce años de edad. También desde entonces, se registra su predilección por la poesía para lucimiento de sus maestros.
No termino la escuela secundaria. Un temprano compromiso político, un inconveniente disciplinario y el intenso llamado por todas las huellas de las distancias lo alejaron de los estudios sistemáticos, a tiempo que se sumergía en el mundo fascinante de los viajes por el campo argentino y de las lecturas. Don Quijote, La Biblia, El Martin Fierro fueron sus compañeros permanentes. Nosotros lo conocimos adultos ya, maduros, citando el evangelio y El Cantar de los Cantares; grabando un meduloso estudio del libro de Hernández y profundizando comentarios de Don Quijote.
La influencia de los renacentistas españoles que veneraba Fray Luis y Garcilaso, signa su poesía tal como precisaremos mas adelante. Las lecturas políticas, sociales y económicas ocuparon mucho de su tiempo, sobre todo en la iniciación juvenil, y aun podríamos mencionar una aproximación a la filosofía oriental que lo influyo en la vida y en la creación. En su formación cultural debe señalarse especialmente la influencia del nivel de su familia y del medio jachallero, asi como la madures que da el andar por los caminos con los hombres de arrias.
ACTIVIDAD PÚBLICA
Comprometido políticamente con su provincia y federalista convencido, actúa aliado de Federico Cantóni en circunstancias azarosas y cotidianas.
Era Federico Cantóni un medico y político – igual que sus hermanos Elio y Aldo – fundador de Unión Cívica Radical Bloquista. Sus dotes de caudillo y conductor de avanzada marcaron una época en la historia política lugareña y aun en el país, puesto que San Juan fue pionero en algunas reformas que después abarcaron el ámbito nacional. Tal por ejemplo el voto femenino que en esta provincia es anterior al año 30. Como todo gobierno fuerte y unipersonal tuvo aciertos y errores importantes que la historia evalúa con justicia. La madre de don Federico recordaba que Dojorti le salvo la vida, en un difícil trance durante la campaña por la formula Melo – Gallo en la esquina de Sarmiento y Florida en Buenos Aires.
La rebeldía juvenil y la evolución en sus planteos lo llevaron a disentir con los conductores del partido. Deja la redacción del periódico oficialista “La Reforma” y unido a jóvenes de otras tendencias, también disconformes, funda un nuevo periódico “La Montaña” destinado a ser el órgano de un futuro movimiento político provincial, con vinculaciones nacionales. La virulencia de los artículos que criticaban al gobierno, y la actitud de evidente enfrentamiento, entre otros motivos provocaron el secuestro del semanario, la detención del director y de los periodistas Montilla y Miscovich y su confinamiento posterior en Tamberias – en plena cordillera-.
Después de mas de dos meses de difícil encierro, con la complicidad de Rodolfo Flores, guardia cárcel que había sido obrero de su padre - a quien dedica un estilo- logran fugar hacia Mendoza. Llegaron con gran esfuerzo a la zona de Yaguaraz, donde los esperaban periodistas de los principales diarios del país, preocupados por la suerte de sus colegas. La figura de Eusebio Dojorti cobra así relieve nacional.
Otro pudo haber sido el significado de su quehacer público si hubiera preservado en esta actividad, pues aseguran sus contemporáneos tenia verdadero talento y personalidad de conductor. Solo la candidatura a diputado provincial fue la postulación importante.
Desilusionado del quehacer político, pero siempre deseoso de llegar a los demás, de comunicarse, y con un gran bagaje de conocimientos de la tierra que amaba, recogidos de sus largos peregrinajes, inicia a través de la radio su vida artística, que seria en definitiva, el camino de la posteridad.
EL PERIODISTA
Dijimos ya de una temprana vocación por las letras, cuyas primeras manifestaciones además de las escolares, fueron (a los 12 años) aquel artículo en “Nuevos Horizontes” el periódico jachallero de don Eliseo Rodríguez y unas decimas adolecentes a un amor frustrado.
Las lides políticas lo registran ya joven como periodista en el diario de la Unión Cívica Radical Bloquista, “La Reforma”. En sus artículos la fuerzas de los argumentos se duplicaba con el vigor de la expresión. Producida la escisión e el partido, funda i dirige “La Montaña, un semanario de vida efímera pero tan eficaz en sus propósitos que provoca la detención de su director y equipo periodístico. Cuando ya, convertido en Buenaventura Luna, actuaba en Buenos Aires, le hicieron un reportaje sobre su actuación anterior y confiesa:”…entonces deje de ser político, abandone el periodismo y me dedique a estas cosas”(la radio). Sin embargo desde aquellos lejanos programas radiales de “A.Z. Zafarrancho Oral” en la década del 30, hasta el ultimo que le escuchamos en el 52,”San Juan y su vida” en todos ellos la nota periodística, la crónica, el reportaje y el comentario están siempre presente.
Es que el periodismo de vocación es un impulso vital muy difícil de contener, el dejo el periodismo grafico, es verdad, pero fue periodista actuante hasta sus últimos días.
EL ARTISTA
Amigo de las tertulias trasnochadas, versificador talentoso e infatigable, siempre tenia un grupo numeroso de seguidores. Integro y dirigió dos conjuntos que alcanzaron fama en todo el país y aun en el exterior; Los Manseros del Tulúm y La tropilla de Huachi Pampa.
A la pregunta de un periodista porteño acerca de cómo nació La Tropilla contesta “Mis cachorros son todos de allá (San Juan) menos el puntanito que vino después. Nos topamos en una de esas clásicas parrandas sanjuaninas. Empezaron a correr lo vasos de buen vino, las empanadas chorreantes de jugo y otras maravillas. Ni los mmuchachos que acababa de conocer, ni yo, pudimos con el genio: las cuartetas me brotaban como agua de manantial. Por su cuenta Canales, Tormo, Vaca, el Zarco Alejo y Narvaez cantaban o se floriaban con la guitarra haciendo estremecer de gusto a las mocitas. El resto vino solito. Los músicos se ofrecieron a seguirme; yo simpatice mucho con ellos y resolvimos marchar juntos a probar suerte en Buenos Aires.”
Para entonces ya era Buenaventura Luna. La nomina de sus programas radiales – al menos de los que hemos podido rastrear en los archivos- es extensísima.
De los años 30 en Radio Graffigna hoy Colon figuran “A.Z. Zafarrancho Oral” y “Doble Zafarrancho Vocal”, este ultimo con libretos completos en versos. En 1937 debuta en Buenos Aires con la Tropilla de Huachi Pampa en un acto ene el salón de la Biblioteca Nacional “La Tropilla de los cantos errantes – decía un periodista de Buenos Aires en marzo de 1942 – inspirados en la emoción de partir, se gano para siempre el corazón de Buenos Aires. Esta Bendita ciudad que desde el fondo de sus rascacielos siente – como los hijos de la montaña – un ansia desesperada de horizontes”
Ya en 1938 figura actuando en Radio El Mundo según lo consignan las crónicas de “Nuestra Onda”, boletín semanal de LR1 Radio El Mundo. Esa misma fuente señala que en octubre de 1940 inicia el programa “El Fogon de los arrieros” que se recuerda entre los mejores. Por 1942 irradia “6 estampas argentinas” magnificas n su pintura dialogada, de los lugares que evoca.
Otros programas, siempre acompañados por critica elogiosa y numerosa audiencia fueron: “El Canto perdido” con Los Manseros del Tulúm; “Por esos campos de Dios” estampas de su viaje al norte, de donde se inspiro Coquita y Alcohol; “Al paso que van los años” en Radio Splendid de Buenos Aires; “Entre mate y mate … y otras yerbitas”; y el ultimo irradiado en San Juan después de 1950, en el que tuvimos suerte de participar, para sentir a su lado ese modo distinto de comunicarse y crear “San Juan y su vida” todas las noches, una hora de recuerdos, comentarios, poesías y canciones.
Esta época de su vida – la de la actuación artística – es la más fecunda en la poética. Casi todos los poemas y todas sus canciones han sido compuestos entre 1934 y 1955. Los libretos de sus audiciones tienen el mismo nivel literario que su poesía. Especialmente cuando trata los temas que le son gatos: Jáchal, Huaco, San Juan, la geografía de la patria toda; el hombre del campo, el guitarrero, el arriero. Tal vez algún día pueda reunirse – asi como ahora los versos- toda esta abundantísima prosa poetica de Eusebio Dojorti, Buenaventura Luna.
SEMBLANZA FINAL
Alto, severo, de oscura tez curtida por los soles, con mirada profunda e inquisidora, tenia la sonrisa triste de los criollos que viven de interioridad “la tristeza –decía- es un principio, un estado de salud acaso, mientras que la amargura es escasamente un resultado. Triste y hermosa debió ser la tierra del remoto tiempo bíblico. Entonces el hombre vivía triste de sentirse fuerte y solo; ignorante y feliz frente al planeta..próximo o lejano. Ahora el hombre es amargo por que la amargura es un producto social, un resultado de la desilusión del individuo con respecto a la condición humana. La amargura implica la experiencia del semejante y es, por eso, de naturaleza urbana. Amargo no es ni puede ser el campesino en soledad”
Su voz es grave y cascada “como si le doliera quebrar el silencio” acentuaba la marcada tonada huaqueña. Para en el decir aseguraba que “las cosas bellas se dicen en pocas frases” y otras veces “tontera es hablar sin decir nada.
Caminaba al desgaire; como diría Toscano Larreta con “andar de peatón indeciso como el de un jinete “boliau” que busca y no encuentra su parejero”
Tenia una memoria de baquiano que nada olvida, un varonil concepto de la amistad(“los hermanos los da Dios y los amigos los elige uno”) y una intransferible ternura por su madre. Por ella y por las hondas raíces aquerenciadas en su pago debió serle muy duro el alejamiento de San Juan. Su salud se quebraba. Los años de Buenos Aires fueron una permanente nostalgia y un no callado deseo de retornar.
a la paz de los aleros
Al oro de los trigales
Cuando prolonga la tarde
Su agonía entre las lomas”

Murió el 29 de Julio, parecía que en Huaco se había puesto el sol. Un año mas tarde con la austera solemnidad de los hechos trascendentes, sus restos fueron llevados al Huaco de sus amores. Si alguna ves la tradición de Jáchal, se mostro viva y presente fue en esa oportunidad. Corría un viento zonda de esos que oscurecen el horizonte y lastiman hasta las piedras. Hubo todas las ceremonias que la religión cristiana prescribe; pero además estuvo la presencia del ayer que no muere. Al llegar el féretro a Pampa del Chañar se produjo el encuentro entre los arrieros pobres y los arrieros ricos, una antigua y emotiva tradición de la zona que los reúne con canciones al pie de un algarrobo. La comitiva se desplazaba sin prisa, cuando entraron en la quebrada de Huaco, era precisamente la hora que un año atrás Dojorti callara su canto. Y por esas cosas que nunca entenderemos y en as que se cruzan los misterios, al conjuro de su presencia frente al valle ceso el viento y reino la serenidad. Allí mismo los Huaqueños reemplazaron a quienes lo portaban pues se sentían los verdaderos dolientes. Formaban el cortejo arrieros de a pie, en mula y a caballo. Uno de ellos respetuosamente se acerco y pidió permiso para cantar una tonada. Retrocedió para integrarse a su grupo y con voz viril y quejumbrosa entonaron “nunca diga el peón tropero…”
Todos los demás golpeaban rítmicamente sus guardamontes con la azotera, como si doblaran campanas sordas. En tanto a los que escuchábamos nos recorría un frio desde adentro mientras nos invadía la evanescente sensación de estar viviendo fuera del tiempo. Al llegar al viejo cementerio pueblerino, esperaban cuatro ancianas enlutadas de pie a cabeza para rezar en el momento de ponerlo en la tumba.
Acaso sierren mis ojos
Las piadosas manos magras
De alguna vieja huaqueña
De negro rebozo pobre
Y antiguo credo cristiano”
El sepulcro fue emplazado al pie de un añoso algarrobo, y señalado con una rustica guitarra tallada a mano. A la cabecera esta el símbolo de los cristianos, hecho también de algarrobo y atado con tientos de cuero. Hasta allí llega el alma del pueblo cada vez que la acosa el sentimiento y rinde el homenaje del canto y la guitarra para su pedido.

Que no pare el guitarrero
Que no se calle el cantor
Que naides junto a un fogón
Lamente mi oscura suerte
Que al fin y al cabo en la muerte
Descansa mi corazón”


Recopilación del libro “Buenaventura Luna su vida y su canto”
autores: Hebe de Gargiulo, Elsa de Yanzi y Alda de Vera
Publicación de homenaje del Honorable Senado de la Nación, por iniciativa del Senador Nacional por la prov. de San Juan Dr. Carlos E. Gómez Centurión..
En el 30ª aniversario de la muerte del poeta. Buenos Aires 1985


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