EUSEBIO DE
JESUS DOJORTI – BUENAVENTURA LUNA –
Una antigua
raigambre parte desde aquel lejano 1806, cuando los Dougherty entre
otros debieron internarse definitivamente en estos territorios como
consecuencia de su derrota en las invasiones inglesas.
Sucesivas
generaciones trajeron variantes, no solo “en los rasgos físicos
de la familia, sino hasta en la grafía del apellido que se
convirtió en Dojorti”. Remontamos el árbol hasta
entroncar en el abuelo don Eusebio Dojorti que fuera juez de Paz en
Paso del Lamar y compañero de Aberastain en La Rinconada. Este
noble caballero y ciudadano cabal se caso con doña Josefa
Suarez “La Patroncita” a ella se debe precisamente la idea del
molino de piedra de Huaco con paredes de tapiales y adobones crudos
que se ha convertido en el símbolo del pueblo. Uno de los ocho
hijos de ese matrimonio fue don Ricardo Dojorti heredero del señorío
de sus progenitores y primer intendente de Jáchal, allá
por 1909. De su matrimonio con Urbelina Roco el 19 de Enero de 1906 –
el mismo día que moría el general Bartolomé
Mitre – nació Eusebio de Jesús Dojorti Roco, en el
valle sereno e iluminado “Dorados potreros trajín de alza y
trilla, molinos de rodezno, novena de caja y copla, fueron sus juegos
infantiles”, dice el escritor sanjuanino Rogelio Díaz Costa.
Una niñez
feliz, campesina y cristiana que la figura materna nutria de
espiritualidad, marco la ´personalidad de Eusebio. De aquellos
años viene su admiración y su cariño por uno de
los “campañistas” de la tierra de sus padres. Era
Buenaventura Luna, hombre de confianza encargado del ganado y
responsable del ordeñe, cuyas “tortas al rescoldo” y
relatos montañeses saboreaba el niño preferido,
mientras era cargado en la misma montura o adormecido junto a los
fogones. Este Buenaventura “matrimoniaba” con la bisoja Adelaida,
mencionada en una de las composiciones cuando el niño ya
hombre, asumió el nombre y los modos de su mentor para la
creación artística.
EDUCACION
Inicio la
escuela primaria en la escuela N° 26 de Huaco, que fundo y
dirigió doña Teresa Zamora de Calcagno y la completo en
la Escuela Normal Fray Justo Santa María de Oro de la villa de
Jáchal.
Ya entonces
aparecía su inclinación por las letras estimulada por
el inolvidable maestro en artes don Eusebio Rodríguez, quien
auspicio la publicación de un articulo periodístico de
su autoría cuando apenas tenia doce años de edad.
También desde entonces, se registra su predilección
por la poesía para lucimiento de sus maestros.
No termino
la escuela secundaria. Un temprano compromiso político, un
inconveniente disciplinario y el intenso llamado por todas las
huellas de las distancias lo alejaron de los estudios sistemáticos,
a tiempo que se sumergía en el mundo fascinante de los viajes
por el campo argentino y de las lecturas. Don Quijote, La Biblia, El
Martin Fierro fueron sus compañeros permanentes. Nosotros lo
conocimos adultos ya, maduros, citando el evangelio y El Cantar de
los Cantares; grabando un meduloso estudio del libro de Hernández
y profundizando comentarios de Don Quijote.
La
influencia de los renacentistas españoles que veneraba Fray
Luis y Garcilaso, signa su poesía tal como precisaremos mas
adelante. Las lecturas políticas, sociales y económicas
ocuparon mucho de su tiempo, sobre todo en la iniciación
juvenil, y aun podríamos mencionar una aproximación a
la filosofía oriental que lo influyo en la vida y en la
creación. En su formación cultural debe señalarse
especialmente la influencia del nivel de su familia y del medio
jachallero, asi como la madures que da el andar por los caminos con
los hombres de arrias.
ACTIVIDAD
PÚBLICA
Comprometido
políticamente con su provincia y federalista convencido, actúa
aliado de Federico Cantóni en circunstancias azarosas y
cotidianas.
Era Federico
Cantóni un medico y político – igual que sus hermanos
Elio y Aldo – fundador de Unión Cívica Radical
Bloquista. Sus dotes de caudillo y conductor de avanzada marcaron una
época en la historia política lugareña y aun en
el país, puesto que San Juan fue pionero en algunas reformas
que después abarcaron el ámbito nacional. Tal por
ejemplo el voto femenino que en esta provincia es anterior al año
30. Como todo gobierno fuerte y unipersonal tuvo aciertos y errores
importantes que la historia evalúa con justicia. La madre de
don Federico recordaba que Dojorti le salvo la vida, en un difícil
trance durante la campaña por la formula Melo – Gallo en la
esquina de Sarmiento y Florida en Buenos Aires.
La rebeldía
juvenil y la evolución en sus planteos lo llevaron a disentir
con los conductores del partido. Deja la redacción del
periódico oficialista “La Reforma” y unido a jóvenes
de otras tendencias, también disconformes, funda un nuevo
periódico “La Montaña” destinado a ser el órgano
de un futuro movimiento político provincial, con vinculaciones
nacionales. La virulencia de los artículos que criticaban al
gobierno, y la actitud de evidente enfrentamiento, entre otros
motivos provocaron el secuestro del semanario, la detención
del director y de los periodistas Montilla y Miscovich y su
confinamiento posterior en Tamberias – en plena cordillera-.
Después
de mas de dos meses de difícil encierro, con la complicidad de
Rodolfo Flores, guardia cárcel que había sido obrero de
su padre - a quien dedica un estilo- logran fugar hacia Mendoza.
Llegaron con gran esfuerzo a la zona de Yaguaraz, donde los esperaban
periodistas de los principales diarios del país, preocupados
por la suerte de sus colegas. La figura de Eusebio Dojorti cobra así
relieve nacional.
Otro pudo
haber sido el significado de su quehacer público si hubiera
preservado en esta actividad, pues aseguran sus contemporáneos
tenia verdadero talento y personalidad de conductor. Solo la
candidatura a diputado provincial fue la postulación
importante.
Desilusionado
del quehacer político, pero siempre deseoso de llegar a los
demás, de comunicarse, y con un gran bagaje de conocimientos
de la tierra que amaba, recogidos de sus largos peregrinajes, inicia
a través de la radio su vida artística, que seria en
definitiva, el camino de la posteridad.
EL PERIODISTA
Dijimos ya
de una temprana vocación por las letras, cuyas primeras
manifestaciones además de las escolares, fueron (a los 12
años) aquel artículo en “Nuevos Horizontes” el
periódico jachallero de don Eliseo Rodríguez y unas
decimas adolecentes a un amor frustrado.
Las lides
políticas lo registran ya joven como periodista en el diario
de la Unión Cívica Radical Bloquista, “La Reforma”.
En sus artículos la fuerzas de los argumentos se duplicaba con
el vigor de la expresión. Producida la escisión e el
partido, funda i dirige “La Montaña, un semanario de vida
efímera pero tan eficaz en sus propósitos que provoca
la detención de su director y equipo periodístico.
Cuando ya, convertido en Buenaventura Luna, actuaba en Buenos Aires,
le hicieron un reportaje sobre su actuación anterior y
confiesa:”…entonces deje de ser político, abandone el
periodismo y me dedique a estas cosas”(la radio). Sin embargo desde
aquellos lejanos programas radiales de “A.Z. Zafarrancho Oral” en
la década del 30, hasta el ultimo que le escuchamos en el
52,”San Juan y su vida” en todos ellos la nota periodística,
la crónica, el reportaje y el comentario están siempre
presente.
Es que el
periodismo de vocación es un impulso vital muy difícil
de contener, el dejo el periodismo grafico, es verdad, pero fue
periodista actuante hasta sus últimos días.
EL ARTISTA
Amigo de las
tertulias trasnochadas, versificador talentoso e infatigable, siempre
tenia un grupo numeroso de seguidores. Integro y dirigió dos
conjuntos que alcanzaron fama en todo el país y aun en el
exterior; Los Manseros del Tulúm y La tropilla de Huachi
Pampa.
A la
pregunta de un periodista porteño acerca de cómo nació
La Tropilla contesta “Mis cachorros son todos de allá (San
Juan) menos el puntanito que vino después. Nos topamos en una
de esas clásicas parrandas sanjuaninas. Empezaron a correr lo
vasos de buen vino, las empanadas chorreantes de jugo y otras
maravillas. Ni los mmuchachos que acababa de conocer, ni yo, pudimos
con el genio: las cuartetas me brotaban como agua de manantial. Por
su cuenta Canales, Tormo, Vaca, el Zarco Alejo y Narvaez cantaban o
se floriaban con la guitarra haciendo estremecer de gusto a las
mocitas. El resto vino solito. Los músicos se ofrecieron a
seguirme; yo simpatice mucho con ellos y resolvimos marchar juntos a
probar suerte en Buenos Aires.”
Para
entonces ya era Buenaventura Luna. La nomina de sus programas
radiales – al menos de los que hemos podido rastrear en los
archivos- es extensísima.
De los años
30 en Radio Graffigna hoy Colon figuran “A.Z. Zafarrancho Oral” y
“Doble Zafarrancho Vocal”, este ultimo con libretos completos en
versos. En 1937 debuta en Buenos Aires con la Tropilla de Huachi
Pampa en un acto ene el salón de la Biblioteca Nacional “La
Tropilla de los cantos errantes – decía un periodista de
Buenos Aires en marzo de 1942 – inspirados en la emoción de
partir, se gano para siempre el corazón de Buenos Aires. Esta
Bendita ciudad que desde el fondo de sus rascacielos siente – como
los hijos de la montaña – un ansia desesperada de
horizontes”
Ya en 1938
figura actuando en Radio El Mundo según lo consignan las
crónicas de “Nuestra Onda”, boletín semanal de LR1
Radio El Mundo. Esa misma fuente señala que en octubre de 1940
inicia el programa “El Fogon de los arrieros” que se recuerda
entre los mejores. Por 1942 irradia “6 estampas argentinas”
magnificas n su pintura dialogada, de los lugares que evoca.
Otros
programas, siempre acompañados por critica elogiosa y numerosa
audiencia fueron: “El Canto perdido” con Los Manseros del Tulúm;
“Por esos campos de Dios” estampas de su viaje al norte, de
donde se inspiro Coquita y Alcohol; “Al paso que van los años”
en Radio Splendid de Buenos Aires; “Entre mate y mate … y otras
yerbitas”; y el ultimo irradiado en San Juan después de
1950, en el que tuvimos suerte de participar, para sentir a su lado
ese modo distinto de comunicarse y crear “San Juan y su vida”
todas las noches, una hora de recuerdos, comentarios, poesías
y canciones.
Esta época
de su vida – la de la actuación artística – es la
más fecunda en la poética. Casi todos los poemas y
todas sus canciones han sido compuestos entre 1934 y 1955. Los
libretos de sus audiciones tienen el mismo nivel literario que su
poesía. Especialmente cuando trata los temas que le son gatos:
Jáchal, Huaco, San Juan, la geografía de la patria
toda; el hombre del campo, el guitarrero, el arriero. Tal vez algún
día pueda reunirse – asi como ahora los versos- toda esta
abundantísima prosa poetica de Eusebio Dojorti, Buenaventura
Luna.
SEMBLANZA
FINAL
Alto,
severo, de oscura tez curtida por los soles, con mirada profunda e
inquisidora, tenia la sonrisa triste de los criollos que viven de
interioridad “la tristeza –decía- es un principio, un
estado de salud acaso, mientras que la amargura es escasamente un
resultado. Triste y hermosa debió ser la tierra del remoto
tiempo bíblico. Entonces el hombre vivía triste de
sentirse fuerte y solo; ignorante y feliz frente al planeta..próximo
o lejano. Ahora el hombre es amargo por que la amargura es un
producto social, un resultado de la desilusión del individuo
con respecto a la condición humana. La amargura implica la
experiencia del semejante y es, por eso, de naturaleza urbana. Amargo
no es ni puede ser el campesino en soledad”
Su voz es
grave y cascada “como si le doliera quebrar el silencio”
acentuaba la marcada tonada huaqueña. Para en el decir
aseguraba que “las cosas bellas se dicen en pocas frases” y otras
veces “tontera es hablar sin decir nada.
Caminaba al
desgaire; como diría Toscano Larreta con “andar de peatón
indeciso como el de un jinete “boliau” que busca y no encuentra
su parejero”
Tenia una
memoria de baquiano que nada olvida, un varonil concepto de la
amistad(“los hermanos los da Dios y los amigos los elige uno”) y
una intransferible ternura por su madre. Por ella y por las hondas
raíces aquerenciadas en su pago debió serle muy duro el
alejamiento de San Juan. Su salud se quebraba. Los años de
Buenos Aires fueron una permanente nostalgia y un no callado deseo
de retornar.
“a la
paz de los aleros
Al oro
de los trigales
Cuando
prolonga la tarde
Su
agonía entre las lomas”
Murió
el 29 de Julio, parecía que en Huaco se había puesto el
sol. Un año mas tarde con la austera solemnidad de los hechos
trascendentes, sus restos fueron llevados al Huaco de sus amores. Si
alguna ves la tradición de Jáchal, se mostro viva y
presente fue en esa oportunidad. Corría un viento zonda de
esos que oscurecen el horizonte y lastiman hasta las piedras. Hubo
todas las ceremonias que la religión cristiana prescribe; pero
además estuvo la presencia del ayer que no muere. Al llegar el
féretro a Pampa del Chañar se produjo el encuentro
entre los arrieros pobres y los arrieros ricos, una antigua y emotiva
tradición de la zona que los reúne con canciones al pie
de un algarrobo. La comitiva se desplazaba sin prisa, cuando entraron
en la quebrada de Huaco, era precisamente la hora que un año
atrás Dojorti callara su canto. Y por esas cosas que nunca
entenderemos y en as que se cruzan los misterios, al conjuro de su
presencia frente al valle ceso el viento y reino la serenidad. Allí
mismo los Huaqueños reemplazaron a quienes lo portaban pues
se sentían los verdaderos dolientes. Formaban el cortejo
arrieros de a pie, en mula y a caballo. Uno de ellos respetuosamente
se acerco y pidió permiso para cantar una tonada. Retrocedió
para integrarse a su grupo y con voz viril y quejumbrosa entonaron
“nunca diga el peón tropero…”
Todos los
demás golpeaban rítmicamente sus guardamontes con la
azotera, como si doblaran campanas sordas. En tanto a los que
escuchábamos nos recorría un frio desde adentro
mientras nos invadía la evanescente sensación de estar
viviendo fuera del tiempo. Al llegar al viejo cementerio pueblerino,
esperaban cuatro ancianas enlutadas de pie a cabeza para rezar en el
momento de ponerlo en la tumba.
“Acaso
sierren mis ojos
Las
piadosas manos magras
De
alguna vieja huaqueña
De
negro rebozo pobre
Y
antiguo credo cristiano”
El sepulcro
fue emplazado al pie de un añoso algarrobo, y señalado
con una rustica guitarra tallada a mano. A la cabecera esta el
símbolo de los cristianos, hecho también de algarrobo y
atado con tientos de cuero. Hasta allí llega el alma del
pueblo cada vez que la acosa el sentimiento y rinde el homenaje del
canto y la guitarra para su pedido.
“Que
no pare el guitarrero
Que no
se calle el cantor
Que
naides junto a un fogón
Lamente
mi oscura suerte
Que al
fin y al cabo en la muerte
Descansa
mi corazón”
Recopilación
del libro “Buenaventura Luna su vida y su canto”
autores:
Hebe de Gargiulo, Elsa de Yanzi y Alda de Vera
Publicación
de homenaje del Honorable Senado de la Nación, por iniciativa
del Senador Nacional por la prov. de San Juan Dr. Carlos E. Gómez
Centurión..
En
el 30ª aniversario de la muerte del poeta. Buenos Aires
1985
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